Filmoteca de Extremadura

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Si la investigación sobre nuestro patrimonio cinematográfico, el hallazgo de nuevos materiales y la restauración correspondiente constituyen el punto de partida de nuestra razón de ser, existe una fase siguiente fundamental: el archivo. El mundo contemporáneo ha cambiado radicalmente, no ya desde la creación del propio cinematógrafo (1895) sino incluso desde el pasado S. XX y, muy especialmente, en las últimas dos décadas. El universo audiovisual no está compuesto ya sólo de material fotográfico inflamable sino que los soportes digitales han aparecido ante nosotros con toda su potencia: gran capacidad de almacenaje de la información, sustancial ahorro del espacio destinado al propio archivo, acceso rápido y sencillo a los formatos, máxima calidad y perdurabilidad de las imágenes. Todas ellas son características de nuestro nuevo mundo cultural y, lógicamente, debemos estar atentos a ello. Casi la totalidad del patrimonio cinematográfico histórico se encuentra en soportes fotográficos de 35 mm. (también, aunque en menor medida, de 16 mm. y de 8 mm.), pero existen ya obras únicamente grabas en vídeo digital e incluso específicamente estrenadas y distribuidas en internet. A esa realidad de transición entre el mundo analógico y el digital debemos atender sin prejuicios y con sensatez. Por eso, junto a la labor de búsqueda, análisis y restauración de materiales cinematográficos, esta Filmoteca de Extremadura creada en 2003, en plena eclosión de los nuevos soportes, se ha propuesto poseer un importante archivo de filmes en formato digital.

Contamos ya con un buen archivo de decenas de películas que hemos digitalizado. En él cohabitan copias de clásicos inolvidables como Baby Doll (Elia Kazan, 1956),, algunas joyas nacionales como la interesantísima Queridísimos verdugos (Basilio Martín Patino, 1977) y por supuesto la práctica totalidad de los largometrajes y cortometrajes producidos y/o rodados en Extremadura o por autores extremeños durante los últimos años que hayan contado con Ayudas a la Producción para su realización. Material heterogéneo y de un interés indudable que está al alcance de todos los extremeños y cuya difusión es uno de los objetivos de Filmoteca de Extremadura.

Además con el paso de los años hemos un archivo de varios miles de películas en distintos formatos que aumentan constantemente en el que figuran títulos de todo tipo. Junto a ellos, también conservamos buena parte de VHS y DVD ya descatalogados y que se han convertido también en una parte fundamental de nuestro patrimonio ya que, en algunos casos, se encuentra pendiente su reedición digital. Otro ámbito en el que hemos querido aportar nuestro granito de arena es en la adquisición de bandas sonoras, una parte de la cultura cinematográfica que contiene innumerables expertos y aficionados y que debe ser también atendida por las instituciones. El archivo sonoro cobra así su importancia junto al archivo fílmico, y no sólo en lo estrictamente cinematográfico.

Los cientos de libros con los que cuenta nuestra biblioteca conforman la otra parte de nuestro archivo, que complementa así lo audiovisual (imagen y sonido, analógico y digital) con lo literario. El entusiasmo por las nuevas tecnologías no debe hacernos nunca descuidar el patrimonio antiguo ni tampoco las posibilidades que siguen ofreciendo los libros. Pese a la creencia popular, no todo se encuentra en Internet, y el progresivo abandono de la investigación bibliográfica en favor de la indagación digital puede que ponga en riesgo a medio plazo el rigor y la profundidad de los análisis. Nuestra colección contiene tanto auténticas reliquias en obras de consulta fundamentales de la cultura cinematográfica tanto para estudiosos como simples interesados, así como gran parte de la literatura cinematográfica editada en Extremadura y fondos que se incrementan con donaciones de particulares y otras instituciones que engrosan nuestra biblioteca.

El archivo fílmico, la colección de cintas en diversos formatos (VHS, BETACAM, u-MATIC, DVD y Blu Ray), la música y los libros constituyen, globalmente, un volumen importante de archivo global, dotado así de más de tres mil entradas.

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